La ultima vez que hicimos este sendero fue en diciembre de 2011, y aquí estamos otra vez con 4 añitos mas en los pies, y la verdad es que casi ni se nota, estamos igualicos ... Fuimos los cuatro intrépidos solos, ya que en esta ocasión no pudo acompañarnos ninguna de las nuevas incorporaciones. El día se presentaba magnifico, con una temperatura ideal y un cielo precioso y despejado.
Una precioso luz que se refleja al fondo en la Sierra del Caillo y que esta vez dejamos a nuestra derecha para adentrarnos en el cañón que forma el arroyo Pajaruco.
El cañón esta situado justo entre esas dos montañas que veis, y hacia allí nos dirigimos.
por este camino llanito, aunque algo empedrado, si bien esto no es nada para lo que nos espera, en lo que a piedras se refiere.
A mitad de este camino nos encontramos con una granja de cerditos ibéricos, que hizo las delicias de todos, son unos animales muy curioso y sociables.
A medida que nos acercamos al desfiladero la montaña se hace mas inmensa, es una gran mole de arenisca y empezamos a divisar algunos buitres leonados, de los muchos que anidan por toda la sierra, mas adelante llegamos a ver perfectamente alguna buitrera.
Dimos con el comienzo propiamente dicho del sendero que nos ocupa, esta perfectamente señalizado.
Veis lo que decía, nada mas empezamos con subidas y bajadas con un suelo algo mas que empedrado, un autentico rompe/tobillos.
El arroyo pajaruco, que se supone es el que ha formado este cañón viene completamente seco, supongo que solo después de fuertes lluvias vendrá con agua. Este puente es antiquísimo, no me extrañaría que tuviera orígenes árabes o quizás romanos.
Continuamos por el cañón con grandes peñas a ambos lados, el paisaje es impresionante, disfrutamos a cada paso.
Nos encontramos con una de las antiguas caleras, de las muchas que había por la zona, donde se fabricaba la cal, para encalar las casas. No nos olvidemos que estamos en plena ruta de los Pueblos Blancos.
Nos encontramos con una "puerta", que atravesamos y continuamos hacia arriba, ya se va divisando como termina el peñón de la derecha y se va abriendo el cielo, nos queda menos para llegar al mirador.
Pero aun queda una buena subida, el terreno es dificultoso, (aviso para navegantes, sin un buen calzado de montaña y bastones, no atreverse por estos lares). Pero las vistas van compensando todos los inconvenientes.
Se va divisando el gran valle del río Tavizna. a la izquierda se ve asomando la Sierra de la Silla, El cerro Cabeza de los Hortales y a la derecha se divisa el Alto del Puntal. Aun hay mas, lo veremos.
Volviendo la mirada hacia atrás, por donde hemos venido se divisa al fondo la Sierra del Caillo, estamos totalmente rodeados de montañas preciosas, en una gozada para cualquier amante de la naturaleza.
Continuamos hacia arriba, aun queda un trecho, ya veis el aguante de los "Intrépidos senderistas", aun no hemos hecho un alto para comer, aunque alguno ya empieza a protestar.
Casi llegamos a lo alto del desfiladero, a través que enormes formaciones karsticas, con formas caprichosas, provocadas por las lluvias y los siglos.
Proceso de erosión kárstica
Un karst se produce por disolución indirecta del carbonato cálcico de las rocas calizas debido a la acción de aguas ligeramente ácidas. El agua se acidifica cuando se enriquece en dióxido de carbono, por ejemplo cuando atraviesa un suelo, y reacciona con el carbonato, formando bicarbonato, que es soluble. Hay otro tipo de rocas, las evaporitas, como por ejemplo el yeso, que se disuelven sin necesidad de aguas ácidas. Las aguas superficiales y subterráneas van disolviendo la roca y creando galerías y cuevas que, por hundimiento parcial, forman dolinas y, por hundimiento total, forman cañones. (Cortesia de Wikipedia)
Aunque en el mirador, dice Fin de Sendero, no es verdad este sendero llega hasta el salto del Cabrero, así que hay para andar todo lo que quieras y mas.
Desde nuestra posición y tirando una poco de zoom, divisamos el castillo Mediaval de Aznamara, que domina todo el valle del Tavizna.
A nuestra espalda vemos como un buitre "aterriza" en la buitrera donde le esperan al menos dos crías, el espectáculo es asombroso, como vuelan estos animales, es precioso de ver.
Continuamos un rato buscando un buen sitio para comer, que ya es hora.
Y dimos con él, una superficie lo suficientemente llana para acomodarnos y con buenas vistas. La comida es uno de los grandes momentos de la excursión y hay que elegir bien el sitio.
Así que no lo pensamos mas.
Desde el lugar elegido se divisaba una curiosísima formación kárstica, que mantenía una gran roca en un equilibrio imposible, en todo lo alto del cerro, que cosas se ven en la naturaleza.
Después de descansar un poco y darle un respiro a mis pobres pies, emprendemos el camino de regreso por el mismo sitio. Nuestra perrita/guia Rona viene a a por mi , como diciendo que no me retrase, quiere a toda la manada junta.
Las hermanas siguen su marcha y además charlando tranquilamente, estas no se cansan nunca?
En un momento dado se divisa la población de Benaocaz, punto de partida.
Pasamos una vez mas por el puente del Pajaruco, y nos hacemos la foto de rigor, yo no salgo nunca, alguien tiene que hacer la foto.
El prado donde iniciamos la marcha esta iluminado a esta hora, las cinco de la tarde, por el sol del atardecer, una luz preciosas ilumina de frente la Sierra del Caillo, y nos dice " hasta pronto" ... seguro que haremos caso y muy pronto volveremos por estos lugares y yo con mucho gusto os los mostraré.
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