Decidimos aprovechar el puento de la Inmaculada, para realizar una vez mas el sendero del "SALTO DEL CABRERO", Ciertamente tenemos ya recorrido todos los senderos mas o menos cerca de nuestro centro de operaciones en Prado del Rey, asi que hay que repetir en algunas ocasiones, pero no importa, la imponente belleza de este sendero, el cual parece distinto segun la epoca del año en que se recorra y lo despejado del dia, hicieron aconsejable este recorrido. Y la verdad es que no nos equivocamos, que belleza de paisajes, que cielo mas limpio y que aire mas puro, una verdadera delicia para los sentidos.
Como una imagen vale mas que mil palabras, aqui teneis algunas de ellas, que junto con la de arriba os dara una idea de lo que he querido decir ...
La inmensa mole de la Sierra del Pinar, parece protejer nuestra retaguardia.
Casi al comienzo del camino, se aprecia el destino de la excursion, El Salto del Cabrero a unos 8 km. antes el caserio donde se crian las famosas cabra Payoyas, nos saluda coquetamente.
La Sierra del Endrinal al Oeste de nuestro camino nos escolta casi todo el camino, salpicado por algunas encinas, cercados para las cabras, y las cabras mismas, hacen una preciosa composicion.
Las imponentes centenarias encinas, bañadas por el incipiente sol de la mañana, crean un ambiente de tal belleza que es muy dificil abandonar el lugar y proseguir el camino. Pero conseguimos vencer la tentacion de "las sirenas" y como modernos "Ulises"continuamos nuestro camino, pero con el deseo contrariado de habernos tendido en la verde hierba y hebernos dejado poseer por los encantos de ellas.
Que barbaridad, la vena poetica me ha atacado de lleno, pero bueno lo escrito, escrito está. En esta ocasion fuimos solo los cuatro intrepidos, acompañadas de nuestra perrita-guia Rona, y el camino no por ser conocido fue menos duro, sobre todo en la parte en la que al agua hace estragos en el sendero y lo convierte en un barrizal.
Pero bueno, para nosotros solo son pequeños inconvenientes, continuamos sin parar hasta el destino fijado, calculando el tiempo para comer y volver con luz suficiente.
Pero bueno, para nosotros solo son pequeños inconvenientes, continuamos sin parar hasta el destino fijado, calculando el tiempo para comer y volver con luz suficiente.
Aqui estamos mi esposa y yo perfectamente pertrechados para la ocasión, que bien nos lo pasamos. Mis cuñados no se quedan atras en lo que a gozar se refiere.
Ya de regreso antes de atardecer, nos detenemos en el llano de las cabras, ya que algunas han parido y los chivitos andan correteando en busca de la rica leche de sus madres, todo un espectaculo.
Ahí teneis la prueba, no me digais que no es tierno. Ya veis el duro corazon de unos intrepidos veteranos se enternece por unas cabritas recien paridas, asi es la vida.
Hasta la proxima amigos, gracias por aguantar la paliza. un besazo a todos y FELIZ NAVIDAD.