Parque asomado al Atlántico, de 3.130 ha de superficie, modelado a lo largo de los tiempos por el viento de levante, su bosque de pino piñonero se extiende hasta la costa, cortada por impresionantes acantilados que en algunos puntos alcanza más de cien metros de altura.
Incluye dentro de él, una franja marina de 1.113 hectáreas de gran riqueza piscícola. El puerto pesquero de Barbate se considera uno de los de más actividad en el sur de España. Resaltan en la localidad una factoría almadrabera y una industria conservera y de salazones.
El principal aprovechamiento de la zona es la recolección de piñas y la ganadería extensiva, además del turismo.
El sendero que hoy proponemos "Sendero Acantilado de Barbate" es un precioso paseo en el que tendremos permanentemente el mar a nuestra izquierda, con una vistas extraordinarias de la ensenada de Barbate y que a medida que subimos se va ensanchando, llegando a divisar incluso las montañas de Marruecos. A nuestra derecha se va divisando el impresionante acantilado que domina toda la zona.
En la foto de arriba veis a los "intrépidos senderistas" preparados para la marcha. Se trata de un sendero con suelo arenoso en algunos tramos, con un largo de 4,5 km. de ida y otros tantos de regreso, y con un desnivel de unos 100 mts. En subida a la ida y bajada a la vuelta.
Como he dicho el sendero comienza con suelo arenoso, adentrandose en un bosque de pino mediterraneo que inmediatamente llega a bordear el acantilado, aun no se divisa.
Tras el primer kilómetro de suave ascenso ya se divisa la ensenada de Barbate, esta vista nos acompañara todo el camino. A esta parte del sendero llegan pocos pinos por lo que la sombra escasea, es conveniente no hacer él mismo durante la época de calor, pues el sol llega de pleno y hace la subida muy penosa.
En el camino nos topamos con varios "enebros marítimos" rara especie en extinción que en esta zona debido a los vientos de levante y a la condiciones del suelo solo alcanza a ser un arbusto, aunque hay especies que alcanzan los 15 metros. Es la segunda colonia mas numerosa de enebros después de Doñana.
Alguna de las imagenes que nos brinda este paseo son espectaculares.
A nuestra derecha en lo alto se va divisando el acantilado, que cada vez se hace mas vertical, llegando hasta el borde del mar con una altura de mas de 100 mts. el camino sigue ascendiendo hasta llegar al borde superior del acantilado.
Hacia la mitad del camino hubo que hacer una parada técnica, buscando una sombra como sea, ya que alguno de los miembros de la expedición se negaba a continuar sin meterse algo entre pecho y espalda. Y es que hay algunos que nada mas llegar al campo ya tiene hambre ... y no quiero señalar.
Eso si, a nuestra espalda teníamos una vista maravillosa con un mar de un azul espectacular.
Después de la mencionada parada continuamos sendera arriba, algunos con la mochila algo aliviada, buscando con avidez el fin del mismo y la sombra de los pinos que nos daría el merendero de la "Torre del Tajo"
Y aquí si, dimos rienda suelta a nuestra hambre y nos dimos un buen homenaje, lo teníamos merecido. Nuestra perrita "Rona" controlando al fotógrafo y es que no puede ver a nadie separado del rebaño, que instinto tiene este animal ...
Después de comer nos dimos un paseo para acercarnos a los miradores del acantilado, que se encuentran a pocos metros del merendero.
Y que vistas, señores, ha merecido la pena todo el esfuerzo las vistas son sencillamente impresionantes, sino ver mas abajo.
De auténtico vértigo ...
Observad la barandilla desde tomada la imagen anterior.
A pesar de la altura que estamos, la transparencia del agua hace que se vea el fondo del mar, con sus bancos de arenas y las rocas caidas cubiertas de algas, aquí el agua es de un azul turquesa formidable.
No me he podido resistir a poner esta fotografía en la que me jugué el tipo por fuera de la barandilla, "cosa de los jóvenes"
Una vez saciadas nuestra inquietudes aventureras y todavía con la imagen en nuestras retinas de lo que la naturaleza es capaz de crear, emprendemos el camino de regreso por el mismo sitio, pero esta vez cuesta abajo y el acantilado queda a nuestra izquierda, la brisa del mar llega a estas alturas y nos dá en la cara ,el camino se hace mas llevadero.
Aún hubo tiempo para un descansito ... y es que algunos no pierden las buenas costumbres.
Con este Colagge (es que ahora me ha dado por la colaggeria), damos por terminado el reportage de este sendero, no sin antes recomendar a todo el que puede, que no deje de visitar esta maravilla. Está cerquita y con facil acceso y además uno puede después visitar la localidad de Barbate y llevarse una esplendida mojama o una huevas de maruca.
Ufff que rico, cualquiera pensará que tengo comisión, pero no, solo o estoy haciendo proposiciones "honestas". Un saludo y hasta la próxima aventura senderil.
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